lunes, abril 23, 2007

LA FAUNA QUE NOS RODEA 6

Padres con hijos futbolistas

Los sábados y los domingos, estos individuos acuden a los campos de fútbol acompañados de sus crías.

Este encuentro de padres e hijos es comparable con las exposiciones de perros o las concentraciones de coches tunneados. Todos preparan a sus hijos durante todo el año para poder vacilar de hijos los fines de semana en los campos de fútbol.

Discuten, apuestan, cuando sus hijos lo hacen bien les dan el azucarillo, si no es así se van a casa con el ceño fruncido por no haber podido vacilar de niño.

Los hijos de estos personajes son tema de conversación obligado para sus básicos padres, que mientras se van encogorzando de bar en bar, cuentan lo bien que juegan al fútbol sus hijos y la de equipos que hay interesados en él.

Los hijos cuando son un poco mayores, pasan vergüenza ajena de sus padres y la mayoría se ven obligados a dejar el fútbol para fastidio de los padres.

¿Cuál es el comportamiento de esta especie?

Malo, bastante malo. Se trata de una de las especies más maleducadas y vagas que nos rodean. Yo por desgracia vivo al lado de un campo de fútbol y sufro el comportamiento de estos individuos de forma directa.

Para empezar, para dar muestra de lo buenos deportistas que son todos, van al campo en sus coches y aparcan lo más cerca posible de la puerta, sin mirar si sus coches estorban a los que hacen vida normal en el barrio, lo invaden todo y les da igual que tu luego no puedas sacar o meter el tuyo.

Lo dejan todo de mierda, gritan y te miran extraño si no compartes alegrías cuando el equipo del barrio ha ganado.

La vida de esta especie es corta (6 o 7 años como mucho, que es la edad cuando el niño le empieza a aburrir eso del fútbol de competición y la compañía de su padre y lo cambia por esas tardes fabulosas de botellón) y el que sufre después es el padre, que ve frustradas todas las esperanzas que depositaba en ver a su niño jugando la “liga de los champiñones”.

Sin nada más que aportar nos despedimos hasta el próximo capítulo de “la fauna que nos rodea”.





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4 Comments:

At 23 abril, 2007 18:16, Anonymous Anónimo said...

... pero, no es sólo eso. El Fúbbol Base (como dicen los entendidos) es una sociedad dentro de la sociedad. Se rigen por su propias reglas para medrar dentro de su microsociedad. Viven apartados de la realidad que les rodea. Sólo saben sumar en balones de fúbbol y creen que el resto del uiniverso no tiene ni puta idea de nada porque no viven el fúbbol como ellos lo sienten.

Criaturillas. Me compadezco de sus hijos y apoyo su rebeldía anti-sistema-fubbolero en cuanto empiezan a ejercer su libre alberío.

 
At 23 abril, 2007 20:59, Blogger Chasky said...

Pues gracias a esta especie en un partido de fútbol en el cual me encontraba el árbitro tuvo que parar el partido porque los padres (y madres) de los niños del otro equipo no paraban de proferirle insultos y amenazas. Dijo que si no venía la policía el no terminaba el encuentro.

Finalmente se terminó el partido sin necesidad de que acudieran las fuerzas del orden, eso sí, nada más terminar (el cual ganamos 6-1 con cuatro goles mios, todo hay que decirlo) salimos por patas no fuera que nos zurraran a nosotros también.

Al año siguiente me borré del equipo, estaba harto de todo lo que rodeaba a un partido de mierda.

 
At 23 abril, 2007 21:44, Blogger Marilú Repudio said...

jajaja.. muy mala especie.. te toco de vecino.. pero sin embargo me gusto mucho la comparacion animal jeje

un saludo!

 
At 25 abril, 2007 14:38, Blogger Caelio said...

lamentable, simplemente lamentable.

Efectivamente el mundo del fútbol vive una burbuja. Los padres tenemos la obligación de transmitir valores sanos a nuestros hijos. Si esto no lo hacemos, corremos el riesgo expandir la violencia de forma exponencial.

Por supuesto incides y culpabilizas directamente a los padres. Ahí le has dao.


http://lacalle3.blogspot.com/2007/02/italia-sin-ftbol.html

 

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