CUESTA DE ENERO

Si, me temo que como todos los años después de reyes llega la llamada cuesta de enero y viene Paco con las rebajas.

En enero se ve deambular por la calle casi mendigando a toda esa gente que se ha dedicado a derrochar en diciembre lo poco que tenían.

No espabilaremos, todos los años lo mismo, en diciembre como nos lo dicen (en la tele, en la iglesia, los amigos) pues a gastar como se el mundo se fuera a acabar. Pes no. El mundo sigue y todo sube (menos los sueldos) y tu las pasas putas para pagar la letra del piso, del coche, la luz, el agua, el gas, el internet, la comida, la ropa…

De todas formas la cuesta de enero tiene las rampas que tu quieras que tenga, es física, cuanto más bajes más dura y larga será la subida (guarro no busques otros significados a la frase).

Encima para remate final llegan las rebajas que son el argumento perfecto para que acabes de gastarte a lo tonto lo poquito que te quedaba.

Me gustaría señalar que esto es cíclico, ocurre dos veces al año, en diciembre y enero y en julio-agosto y septiembre, que casualidad, cuando cobramos las extras, ni que estuviera pensado con mala idea.

En el intervalo de enero y julio aprovechamos para adelgazar y meter tripa para que nos entre el bañador, y ya en septiembre (la otra cuesta) podemos soltarnos la faja hasta enero del año siguiente.

Luego nos sorprendemos cuando oímos ciertas noticias. Madre mía!!, así somos y así seremos.

Hala, a subir la cuesta.